viernes, 27 de enero de 2012

Sorteo "Mejor Jugando"

Cayetana, ha hecho un concurso. Y, además de devolver de algún modo su genial participación en TETEANDO POR EL MUNDO –la única concursante que cumplía con todos los requisitos- me encanta el fondo del mismo.

Mejor jugando.
Es un sorteo que realiza el blog Portando Otro Angelito, y que rifará el plato más divertido del mercado, el Food Face entre aquellos que se animen a participar. Para sumar participaciones nos invita a hacer una reflexión sobre el juego y sus efectos en nuestros pequeños a la vez que se nos ofrece la posibilidad de conseguir este entretenido plato. Para conocer las condiciones y participar podéis visitar el siguiente enlace: Sorteo "Mejor Jugando"

Es un tema que tenía en la recámara, pendiente, incluso, de procesar por mí.
Cuando analizo el porqué de que unos días vaya de mejor humor que otros a trabajar, siempre llego a la misma conclusión. Eliminando los agentes externos como el cansancio, achaques, o temas sentimentales, me quedo con la forma en que encaro mi tarea.

Hay días en que el trabajo en equipo, la reunión con un cliente o el cierre de un balance complicado, convierte mi trabajo en apasionantes proyectos en los que aprendo, me supero y realizo.

Suena muy diferente a cuando sé que voy a estar sola en la oficina y en mi trabajo interno, obligada a un horario y a unas tareas que merman mi cualificación.

Yo no denomino “juego” a esos días en que me fastidia lo rápido que pasa el tiempo. Sí hablo, en este caso, de que mi trabajo ha sido muy divertido.

La necesidad de superarme es lo que me hace tener ganas de seguir trabajando, de abarcar nuevas opciones.

El juego hace algo parecido en los niños: investigan, exploran, se ponen prueba. Se motivan.

Es la primera parte de un aprendizaje. Sin duda.

Utilizar el juego en cada una de sus tareas es una estupenda forma de convertirlas en proyectos.

Estoy segura de que el fallo en las rutinas es eso mismo… la rutina. Se acabó el experimentar. Limita el campo de acción del niño. Su cualificación desborda esa tarea a la que se ve aislado.

El otro día hablando con una amiga le comenté lo mal que lo pasa Celia cuando le corto las uñas.

Ella me dijo lo siguiente:

 -Claro, es que tú se las cortas, nosotras le damos de comer al monstruo de las uñas-


¡Qué grande! Cuánto me queda por aprender.



Espero ganar el premio, y si no, hacerme con uno de esos platitos –Food Face- ,para no comer guisantes, sino “rapar la cabeza del señor”



CLC

2 comentarios:

  1. Me ha encantado la entrada cielo!!! de verdad!!! muchas gracias por participar! me estoy dando cuenta de lo mucho que estimula la creatividad -no solo de nuestros niños- si no de NOSOTROS LOS PADRES!!!

    Un besote y mucha suerte

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    1. Sí Cayetana, es lo que tienen nuestros locos bajitos... Llevan dos días con nosotros, pero son capaces de revolucionar nuestro mundo visible y "en sombra", así, como si nada... ;)
      Un abrazo enorrrme!

      CLC

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