domingo, 2 de octubre de 2011

Padres en Apuros



Hoy es uno de esos días en los que odio ser pluricelular. Sueño despierta con tener la vida de una ameba. Las amebas, pueden curar sus gastroenteritis, así, a su aire... 
Mi amiga la rubia nos trae muchas cositas de la guarde. Ropita sucia, algún moratón y viruses "a cascoporro". Pero ella es portadora y sus padres somos los que desarrollamos la enfermedad.
Empecé yo el viernes y hemos acabado los dos. Pero todo, exceptuando que ha caído en fin de semana -y esto es según como se mire-, ha venido de pies.

Quitando que Celia hacía cacas muy sueltas, ella se encontraba bien. Nada de fiebre y ánimo levantado. Pero -¡y qué pero!- su actitud no era la de siempre. Estaba irritable, nerviosa y sin apetito. Solo quería teta, mimos e ir a su rollo. Claro, este último punto puede coincidir con el de cualquier otro bebé con un diíta ñoño... ¡pero sus padres no se estaban muriendo!

Por la noche, momento en el cual una madre lactante está SOLA ante el cuidado de su demandante cría, no me privaba de tetadas cada 2 horas (como muuuucho). Eso con la batalla de Waterloo en tus tripas no es nada agradable. Lo bueno es que la espalda, de mantener la misma posición durante mucho tiempo - toda la noche-, para no despertar a papá - que sí se despertaba, con lo cual ahora que lo escribo veo lo estúpido de no moverme- dolía tanto que tapaba el dolor e incluso el sonido de mi mondongo.

Por la mañana, una, cabreada de haber estado más tiempo pensando en mis ruidos y dolores que soñando con maravillosos viajes, echa en cara a la persona que más ama, su no responsabilidad con su hija. Me río de sus dolores y ruidos estomacales porque él los puede "padecer" tranquilamente.

Y él, para quien soy su vida junto con su hija, trata de esforzarse al máximo para que yo pueda "padecer" en paz.

Pero ahí esta Celia, con su "contigo no, bicho" en forma de berridos que ni en una porcina matanza de Candelario, imposibilita todo reparto de responsabilidades y hace que su madre, su querida madre, pierda los nervios, la razón y hasta el amor. Y tenga su mente con las amebas. Mientras sostiene en brazos a su hija. Mientras la alimenta. Mientras la "divierte". Y sueñe con váteres voladores y camas con sábanas blancas y abuelos que cuidan de sus nietos durante unas horitas.

Qué felicidad tengo ahora, mañana ¡¡ ES LUNES!!


CLC

1 comentario:

  1. Ufff! A nosotros nos pasa lo mismo, y eso que Ximena no va a la guardería. Yo pillé un catarrazo gracias al aire acondicionado de mi trabajo y se lo pegué a ella... no le gusta nada el suero y el aspirador, pero es lo que hay!

    ResponderEliminar