lunes, 18 de abril de 2011

IRSE DE EMPALME


Soy una yonqui de mis mamis de abril.
Tenemos un grupo en facebook -es secreto y, como tal, nuestros encuentros gozan de clandestinidad total-, y hoy, contándoles mis vivencias, he caído en la cuenta de que tenía "material" para publicar una entrada.

Celia me ha dado un nuevo significado a la expresión "irse de empalme". Esto en mi pueblo es salir de fiesta un viernes y llegar un domingo por la tarde a casa.
Pero los tiempos han cambiado.
Celia "empalma" más días... desde aquel principio de neumonía, ha pasado por todo tipo de enfermedades. Empalmando el inicio de unas con la finalización de otras.
Así, le diagnosicaron neumonía -sin llegar a ingresarla-, acabó el antibiótico para comenzar con los corticoides de la laringitis y acaba de terminar con estos corticoides para comenzar con el colirio que me mandarán mañana para la conjuntivitis.
Mi pobre niña tiene una bajada de defensas descomunal, espero que esto pase pronto y que la teta le ayude todo lo posible.

Dejando esto al margen, el objetivo de esta entrada es otro.

¡Papá es fijo en nuestra empresa, Celia! Finalizó el periodo de prueba.

Él no será yo, el será el padre, para madre ya estoy yo, por supuesto. Echaba de menos ese papel hace unos meses. Y recuerdo un par de entradas al respecto.

Últimamente, su aptitud la demuestra a diario. Ya no estoy sola para arreglarte y darte de desayunar. ¡Nos sincronizamos a la perfección! - y yo duermo más-. Él ya te da de comer -como puede, pero le pone voluntad- y hace muchas cosas que antes no hacía. Sólo me faltaba una cosa. Con el puesto a cubrir era necesaria la toma de decisiones. Un punto flaco del candidato, pero lo consiguió.

Cuando me llamaron de la guarde con que tenías 39ºC de fiebre, él no dudó en irte a recoger y llevarte, de nuevo, al médico. No sólo eso, compró tu medicina, te la administró, te durmió y decidió que no iría a trabajar para cuidarte.

Con esto, poco importa que comieras un potito de naranja con plátano y galleta calentito -40 segundos al máximo en el micro, para ser más exactos-. Poco importa ya que llores más asustada por su grito ante tu caída que por el daño que te hayas hecho. O que decida que no te de más antibiótico para no hacerte pasar el "mal trago". Poco importa ya esas pequeñeces que denominaremos "papadas".

Me ha dado toda una lección. No esperaba esto de un padre... pero él no es un padre, él, es tu padre. Y me propuse, mucho antes de que existieras, que encontraría al padre ideal para tí.

Ya veremos qué cara se le queda cuando le diga que en este convenio no tiene vacaciones.


CLC

No hay comentarios:

Publicar un comentario