martes, 11 de enero de 2011

Lo que Celia no ve

Este blog es para ella. No pretende respuestas, no pretende aleccionar, no pretende nada más que mostrarle, algún día, cómo vivió su madre su llegada.

Ella verá cómo hay gente que me regala palabras en forma de enfoques -no comentarios-, palabras que le serán regaladas a ella. Ellá podrá husmear las estadísticas. Comprobará que hay asiduos lectores anónimos de Croacia, de EEUU, de Bruselas, Cuba,... Si busca la entrada más popular se enorgullecerá de que sea la de su nacimiento la que encabece con diferencia el ranking.

Pero hay cosas que no verá y no quería que se quedara en el olvido. Tengo algunas lectoras muy especiales.

Su tía abuela Tere -tiabuena, para los amigos- es una de ellas. Diferentes vidas y ritmos incompatiblilizan nuestras visitas, pero ella no se quiere perder qué es de Celia - y de su ahijada-, y ahí está, en la sombra, sin comentarme nada, pero sé que me lee.

Otras son sus tías, pero en especial una de ellas... Una que odia leer y a la que esta nueva vida, este cambio en nuestras relaciones, ha enganchado. Creo que el botón de actualizar de su ordenador ya le hace una peineta cada vez que piensa en pincharle, buscando una nueva entrada.

Para ella, Celia es muy especial. Tiene auténtico delirio por ella y yo me siento tremendamente abrumada y orgullosa por la parte que me toca.

Gracias bounita. Por estar ahí, por leernos y vivirnos. Te quiero mucho hermanita.


CLC

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